DEITOX - CITEDEF
Departamento de Investigaciones Toxicológicas

EL ALCOHOL Y SU TOXICIDAD A LARGO PLAZO

A pesar de que una parte importante del tiempo en el laboratorio estaba  dedicada a otros proyectos nunca se dejó de apuntar al área de la carcinogénesis química. Frecuentemente los toxicólogos que estudiaban el tema de la hepatotoxicidad del CCl4 mantenían un seguimiento bibliográfico (o experimental a veces) con el tema del efecto del consumo de alcohol sobre el hígado. Hubo razones adicionales que influyeron en el interés del Dr. Castro por el tema de la toxicología del alcohol. Desde aquellos tiempos de su beca en NIH en los sesenta y la actualidad, el consumo de alcohol en la Argentina (y en gran parte del mundo) aumentó gravemente. También ello ocurrió en la mujer y dejó hace rato de ser solo problema en los hombres. Además, el hábito de fumar y el consumo de alcohol están entre las causas conocidas más frecuentes de enfermedad y mortalidad. Hay sin embargo aspectos de la gravedad del consumo excesivo de alcohol que no han tenido una atención adecuada a pesar de su relevancia:

1) Su participación de la promoción de cáncer en distintos órganos.
2) El daño reproductivo que produce en ambos sexos.

La población en cambio percibe claramente los efectos sobre  el sistema nervioso central y sus consecuencias en la vida diaria.

Para colmo, es mucho más difícil lograr cambios culturales sobre el abuso del alcohol, como  lo que hace poco comenzó a ocurrir con el hábito de fumar. Esto vuelve a la educación algo más crítico para la prevención. Requiere tener que convencer a los consumidores con argumentos que documenten los daños de un modo más convincente y esto solo se logra con estudios sobre los mecanismos de la acción tóxica del alcohol. Eso es de interés de un laboratorio de investigación y este tipo de enfoque también dio frutos positivos en el caso del hábito de fumar.

Además del hábito de fumar y de la alimentación, el consumo de alcohol es uno de los tres factores de riesgo más importante para los cánceres humanos. Las localizaciones asociadas con este riesgo incluyen el tracto aerodigestivo superior, el hígado, la mama, el colon y recto; y con algún grado de incertidumbre, estómago, próstata y pulmón. En el CEITOX se ha analizado el mecanismo por el cual el consumo de alcohol promueve la inducción de cáncer en las tres etapas del proceso: iniciación, promoción y progresión. Se hace énfasis especialmente en la necesidad de una biotransformación del etanol al mutágeno y carcinógeno acetaldehído y de la estimulación de un proceso de generación de radicales libres del propio alcohol (1-hidroxietilo, acetilo) y de especies reactivas de oxígeno. En estudios recientes se encontraron nuevas vías metabólicas para la generación de metabolitos reactivos del etanol, en la fracción nuclear de hígado y en órganos relevantes a la carcinogénesis como mama y próstata. Se estudiaron posibilidades preventivas a través de la dieta que surgen más allá de evitar el consumo de bebidas alcohólicas.

Es importante además tener en cuenta el efecto estimulador del consumo de alcohol sobre la activación de otros carcinógenos ambientales, su capacidad para inhibir procesos de reparación de daños en el ADN, sobre el sistema inmune y en la progresión del proceso carcinogénico.

En la actualidad estamos explorando también en qué medida este tipo de biotransformaciones podría ser relevante para explicar daños reproductivos en testículos, en útero y en ovarios, que se observaron en la epidemiología humana. Estas investigaciones han recibido subsidios de CONICET, de ANPCyT y de UNSAM.

La asociación entre el consumo de alcohol con el hábito de fumar y la alimentación rica en grasa y proteína animales es particularmente perjudicial al respecto. La investigación experimental debe tener como objetivo analizar las razones mecanísticas por las cuales estas potenciaciones podrían ocurrir y como es factible disminuir los riesgos por educación y prevención.