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Departamento de Investigaciones Toxicológicas

TOXICIDAD DEL ALCOHOL EN EL SISTEMA REPRODUCTOR DE LA RATA HEMBRA. EL ROL DE LA BIOTRANSFORMACIÓN IN SITU A METABOLITOS REACTIVOS.
(Proyecto de Investigación Plurianual: PIP CONICET Nro 0067)

Los estudios epidemiológicos realizados en diferentes países incluyendo Argentina evidenciaron que el abuso del alcohol en la mujer es un problema de interés creciente. La incidencia aumentada del hábito de beber sobre la salud se observó particularmente en los grupos de mujeres jóvenes. En consecuencia, es de prever que el número de bebedoras adultas se incremente en las próximas décadas.

El alcohol altera severamente el ciclo menstrual normal, tanto en mujeres como en ratas. Es conocido que la mujer alcohólica presenta una variedad de desórdenes menstruales y reproductivos, desde ciclos irregulares hasta la cesación de la menstruación, ausencia de ovulación, infertilidad y anticipación de la menopausia. Se han reportado consecuencias dañinas del abuso de alcohol en la mujer. Por ejemplo, se reportó que la ingesta moderada de alcohol estaba relacionada con un riesgo pequeño pero significativo de infertilidad y un riesgo incrementado para la endometriosis. Otros trabajos concluyeron que la probabilidad de un embarazo exitoso disminuía con el aumento en el consumo de alcohol. Un efecto tóxico sobre las funciones del ovario constituye una de las varias razones para infertilidad. Todos estos desórdenes reproductivos provocados por el hábito de beber sin duda involucran alteraciones significativas de factores hormonales críticos. Estas alteraciones incluyen una asociación con niveles aumentados de estrógenos plasmáticos en mujeres pre- y post-menopáusicas, y con niveles reducidos de progesterona en mujeres pre-menopáusicas.

Sorprendentemente, no todos los efectos del alcohol sobre los órganos reproductivos y los tejidos asociados pueden explicarse solo en términos de estas alteraciones endocrinas. La posibilidad de que tanto el alcohol como sus productos de biotransformación estén involucrados en esas alteraciones merece considerarse. Esto parece ser el caso para los efectos tóxicos de la ingesta de alcohol sobre el tejido mamario, la próstata y el ovario.

En relación con el riesgo carcinogénico, éste constituye una hipótesis relevante para su análisis e interés de estudio en el caso del alcohol y su toxicidad sobre el útero. Después de todo, se habla de la presencia de un metabolito mutagénico en un tejido con baja capacidad para eliminarlo, junto con una condición de estrés oxidativo que puede actuar como un factor de promoción. Varios estudios epidemiológicos han hecho evidente un riesgo aumentado para cáncer cervical, vulvar y vaginal entre las alcohólicas respecto de la población general. Sin embargo, estos hallazgos no se confirmaron en  estudios basados en poblaciones en los cuales se ajustaran los factores de confusión. Por su parte, los cánceres de endometrio, cuerpo del útero y de ovario no parecen estar relacionados con el consumo de alcohol. Los estudios que han evaluado el papel del consumo de alcohol en relación con el riesgo de cáncer de endometrio no han provisto una evidencia clara hasta ahora, aunque varios estudios epidemiológicos han demostrado un riesgo incrementado para distintos cánceres del tracto reproductor de las bebedoras. Sin embargo no sería prudente descartarla y de hecho, existe un interés creciente en el estudio de una potencial vinculación epidemiológica entre ambos.